Todo en el mundo tiene dos caras, por lo que los pandas pueden ser peligrosos o no, dependiendo de la situación, el comportamiento y la actitud al enfrentarlos.
En general, se considera que los pandas gigantes no son peligrosos para los humanos. Son conocidos por su naturaleza dócil y gentil. Sin embargo, como cualquier animal salvaje, los pandas pueden ponerse a la defensiva o ser agresivos si se sienten amenazados o acorralados. En este momento, enfrentan algún tipo de peligro. En la naturaleza, los pandas gigantes pueden mostrar agresividad para proteger su territorio o a sus cachorros. En cautiverio, el manejo inadecuado o la provocación también pueden conducir a un comportamiento defensivo.
Es importante recordar que los pandas gigantes son principalmente herbívoros y su dieta se compone principalmente de bambú. No son naturalmente agresivos con los humanos. En entornos de conservación e investigación, se hacen esfuerzos para reducir el estrés y garantizar un entorno seguro para los pandas gigantes y los humanos.
A pesar de su naturaleza amable, es importante respetarlos y seguir las pautas de seguridad al interactuar con pandas gigantes cautivos. La vida silvestre, incluidos los pandas gigantes, debe observarse desde una distancia segura para evitar riesgos potenciales.
De esta manera, para cualquiera que entre en contacto con pandas, la amenaza que representan para los humanos se reducirá considerablemente, y los pandas en este momento casi no representan ningún peligro.
Por lo tanto, siempre que controles la distancia y el alcance cuando te enfrentes a los pandas, los pandas no son peligrosos.