Los pandas gigantes pasan la mayor parte del resto del día durmiendo, excepto la mitad del tiempo para alimentarse. En la naturaleza, los pandas gigantes duermen de 2 a 4 horas entre cada dos comidas. Acostarse, acostarse de lado, acostarse boca abajo, estirarse o acurrucarse son todas sus formas preferidas de dormir. Incluso cuando duermen, los pandas gigantes lucen lindos. Son muy flexibles y pueden poner sus voluminosos cuerpos en varias posiciones. Su postura favorita es apoyar las piernas en un árbol y taparse los ojos con las manos.
La característica más adorable de un panda gigante es su cuerpo regordete y su estilo de caminar lento. Se podría pensar que un animal vive en un entorno así, con suficiente alimento, sin enemigos naturales y sin necesidad de actuar con rapidez. Sin embargo, son precisamente sus movimientos lentos y lentos los que le permiten conservar la energía y adaptarse a alimentos bajos en energía. A veces trepan a los árboles para espiar situaciones, evadir a los invasores o tomar una siesta.
Los pandas gigantes son buenos trepando a los árboles y también disfrutan jugando. El comportamiento de trepar a los árboles es generalmente una forma que tienen los débiles de evitar a los fuertes cuando se acerca el período de propuesta, o de evitar el peligro, o cuando se encuentran entre sí. Los pandas a veces descienden a los valles y se meten en pequeñas aldeas o casas, utilizando ollas, sartenes y utensilios, especialmente circulares, como juguetes. Después de jugar, los descartan en la naturaleza. A veces también se hacen amigos de animales domésticos como ovejas y cerdos, y viven y comen juntos.
Por lo general, los pandas gigantes tienen un temperamento muy gentil, como el de una dama en un patio profundo. Cuando conocen a alguien por primera vez, a menudo usan las palmas de las manos cubiertas o la cabeza baja para ocultar su verdadera apariencia. Rara vez atacan activamente a otros animales o personas, y cuando se encuentran accidentalmente en la naturaleza, siempre utilizan métodos de evasión. Pero una vez que te conviertes en madre, tu pequeño bebé es sagrado e inviolable. Incluso cuidarla y visitarla puede enojar a tu madre, haciendo que sus dientes y pies se abran y se muevan. A veces también les encanta hacer modificaciones y otras actividades de adaptación. Puede enderezar su cuerpo como un gato, extender la parte delantera del cuerpo y levantar la espalda para que su cuerpo sea flexible y cómodo, o cuando se despierte, extienda las extremidades delanteras rectas y bostece. Si te mojas o cruzas un río, puedes sacudirte el agua como un perro.
En la naturaleza, los pandas gigantes suelen tener conflictos durante la temporada de celo, especialmente cuando tres o cuatro machos persiguen a una hembra en celo. A veces, las hembras y los machos también se pelean. En los zoológicos sus peleas suelen ser por agua, comida o un panda gigante ocupando un buen territorio.